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La actual sequía en Argentina

La actual sequía en Argentina

La actual sequía hace prever una menor producción de carne de vacuno en Argentina para 2023.

El efecto que está dejando la sequía y las altas temperaturas del verano sobre una vasta zona ganadera de Argentina no solo compromete a la producción actual. Sino que tendrá un claro impacto sobre las producciones futuras. El momento en que esta baja se termine plasmando dependerá en gran medida de la evolución climática. Así lo asegura Rosgan en uno de sus recientes informes.

imagen de vacas, la actual sequía en argentina

El nivel de faena con el que cerrará el 2022 supera ligeramente la tasa considerada de equilibrio, para los números del stock nacional.

Con 12,26 millones animales faenados hasta el mes de noviembre y unos 13,5 millones proyectados a diciembre. La faena anual superaría el 25% de los 53,4 millones de vacunos registrados a lo largo del año.  

Para no registrar una caída en el stock nacional, este año se deberían incorporar entre 14,8 y 15,1 millones terneros y terneras, dependiendo del porcentaje de mortandad de hacienda que termine dejando el año. Sabiendo que muy probablemente esta tasa exceda la que usualmente se registra en un año promedio.  

Como referencia, la producción de terneros tocó un máximo en 2019 con 14,95 millones animales. Se redujo a 14,31 millones en 2020 y en 2021 recuperó a 14,46 millones. Por tanto, suponer para este año un nuevo pico en la cantidad de terneros y terneras logradas, resulta a priori, ambicioso.

Asimismo, más allá del número de cabezas logradas. La cantidad de kilos que lleguen a destetarse en este contexto, será crucial y determinante para la producción de carne durante 2023. En este sentido, la condición actual de los campos y por ende la pobre condición corporal de las vacas que se encuentran en lactancia, está obligando a muchos criadores a sacar la invernada más liviana, anticipando la venta.

De acuerdo a los datos de movimientos de hacienda informados por SENASA, hasta el mes de noviembre se registraron más de 9,52 millones de terneros y terneras saliendo de los campos. Unos 500.000 más que los trasladados en igual período del año pasado. Medido sobre el stock inicial de la categoría, nacimientos 2021. La cifra representa un 66% contra 63% registrado en los últimos 2 años y 61% promedio desde 2017.

Esta mayor oferta de invernada, que en algunas zonas ya comienza a solaparse con nacimientos 2022 destetados anticipadamente, ha estado presionando a la baja los valores del ternero.

Sin embargo, aun con una reposición barata, el fuerte aumento de costos que enfrenta el engorde a corral torna sumamente onerosa la incorporación de kilos a grano. Por lo que también se tiende a reducir los tiempos de permanencia, sacando animales más livianos.

Un cambio de fase climática sí podría revertir el escenario para producción a base pastoril.

Si esto sucede, tal como muestran los principales modelos climáticos. A partir de febrero comenzamos a transitar una fase de neutralidad para luego ingresar a un otoño-invierno más lluvioso. Podríamos esperar entonces mayor retención de hacienda en los campos.

Mayor retención y ciclos de engorde más largos, indefectiblemente derivan en un bache transitorio de oferta que se sentirá especialmente durante la primera mitad del año.

Por tanto, bajo ambos escenarios, ya sea en un contexto de seca prolongada que obligue al sacrificio de animales con menos kilos logrados o bien, en un contexto climático más favorable a la retención. El 2023 se anticipa como un año con menor oferta de carne vacuna.

Fuente: EUROCARNE.

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