Rosario Albano lucha por la oveja

La productora Rosario Albano lucha por la oveja junto a su familia. Son de la zona de Lambaré, Tacuarembó y formaron la Cabaña «Nuevo Amanecer», donde crían la raza Texel.

Este es el tercer año que traemos a la Expo Tacuarembó y también fuimos a Curticeiras, era el primer año y también nos fue muy bien allá. La cabaña viene siendo premiada. Hemos metido genética y bueno, hoy se ven los resultados.

¿Qué premios tuvieron acá?

Sacamos la campeona en la categoría dos dientes PO, y la gran campeona Texel PO.

Muy buenos premios.

Sí, un logro grandísimo. Nosotros trabajamos en familia, tenemos los gurises y nos toca a todos salirle adelante al campo, no aflojar. A que los gurises no se desincentiven porque tienen que seguir adelante. Apostamos a las razas de carne, Hampshire y Texel y ahora incorporamos otra raza que es el Border Leicester.

Y ya presentando con un ejemplar en esta exposición.

Hoy traemos una cordera diente de leche preñada para presentar acá por primera vez en la exposición de Tacuarembó. Sí, y apostamos a la carne porque, bueno, sabemos que la lana no vale. Muchas veces se han comunicado con nosotros y nos dicen «mirá, tenemos una majada Corriedale, ya no me está dando rentabilidad», les decimos «meterle un Caramora, metele un Texel y sacá cordero pesado».

Claro, ahora el doble propósito no existe.

Es lana fina o carne. El texel es un animal que es un animal que no se te pasa en grasa nunca. Es pura carne. Y el Caramora es un animal que te rinde bastante, tampoco se pasa en carne, es marmolado. Son unas carnes, la verdad, de primera, que si la gente probara no se van a arrepentir.

¿Y cómo es el trabajo de una cabaña, digamos familiar?

En la cabañaa que estamos comenzando, usamos mucho las redes sociales, que nos ha traído mucha, mucha satisfacción porque muchas cabañas del país del sur nos siguen. Pero como que acá en el norte estamos en otro país, como que no tenemos mucho apoyo. Si vas a vender un cordero pesado tenés que tener una cierta cantidad de corderos, si no, no podés. Tenés que llevar a, no sé, 15 o 20 kilómetros, y pagás vos el flete.

Exactamente como algunas normas de la faena predial.

Exacto. O sea, nos matan. Te dicen, sí, mirá, te damos piola, pero es como todo, cuando llegas a la punta te pegan el tirón y bueno, nos quedamos en el arranque. Pero bueno, nosotros seguimos luchando. Bueno, vamos a seguir exponiendo en todo el norte y en febrero nos vamos a Durazno a mostrar lo que se hace acá en el norte.

¿Se puede vivir en el campo?

Y obvio que sí. Colonización debería de marcar una determinada cantidad de tierra. Aunque no nos den 500 hectáreas, pero que nos den 100 hectárea y que nos permitan probarle que nosotros en 100 hectáreas podemos criar un montón de lanares que produzcan, que saquen al país adelante. Nosotros necesitamos, no solo el apoyo que nos pueda dar los entes del Estado – que nos puedan ayudar–, sino también las capacitaciones. Es bueno que nos capaciten, que sean gratuitas las capacitaciones.

¿Y ustedes trabajan en familia?

Trabajo yo, mi esposo, y mis hijos. Con problemas como todos, pero tenemos que meter el pecho y seguir para adelante, porque si nos quejamos no hacemos nada. Solo buscamos que nos ayuden a abrir un poco el mercado, que nos apoyen como hacen en el sur. En el sur hay cabañas de Texel que tienen 15, 20 hectáreas y que crían 200 lanares porque los ayudan con las praderas. Acá te matan; acá vos vas a hacer una pradera, morís en el gasto de la pradera.

Pero vamos contra la corriente, seguimos adelante porque tenemos un objetivo y vamos a llegar a él. Estamos luchando siempre como familia, nos unimos y no bajamos los brazos.

Rosario Albano lucha por la oveja junto a su familia.